jueves, 15 de julio de 2010

Loneliness - Blank & Jones.



Oscuridad...
todo está envuelto en oscuridad
totalmente cubierto
manta de oscuridad

Ni siquiera puedo ver mis dedos
en frente de mis ojos
moviéndose como bailarines de ballet
en cámara lenta

Y un sonido recordándome
toques de Diana
huracanea mi corazón en
conmoción

Pero esperar nunca es tiempo perdido
esperar nunca es tiempo perdido

Hasta la soledad está llena de vida
la misma soledad colma de vida
esperando ser descubierta...

viernes, 9 de julio de 2010

Trascender...

"La muerte no es triste, lo triste es que la gente no sepa vivir". 
Sócrates en El Guerrero Pacífico.

La vida representa a veces para mí ora un misterio, ora una amenaza. Algo entre ambas cosas. La siento así en el momento en que guardo silencio, previo a la meditación. Parece que así me pongo en contacto con la vida misma, la Vida real, no las circunstancias que me rodean, creadas por el hombre en su intento de supervivencia. Me refiero a la Vida, el Universo y sus Leyes, el Tiempo...

Eso es la Vida, no las vacías condiciones generadas del roce entre humanos. Esa pequeña vida es limitada, pobre, vulgar y es con lo que la mayoría se conforma, como si no hubiera en ellos un deseo de trascendencia. No buscan ir más allá porque se encuentran seguros en su pequeño mundo de estímulos contínuos: el trabajo, el sexo y la dominación, la reunión con los amigos (alcohol de por medio), la pretensión de superioridad sobre otros física o económica, etc. Ahí se resguardan y desde esa posición sienten dominar la vida. Incluso parecen disfrutar los conflictos derivados de estas actividades. Eso es vivir para ellos. Y es a lo que yo me opongo, porque no me quiero dejar uniformizar. Vivir así es poca cosa.

Me he sentido agobiado ante la ambigüedad de la vida: su aparente seguridad, inestable en el fondo. La he llegado a concebir como si fuera consciente y buscara mi resignación y derrota. Podría abandonar todo intento de ir más allá y conformarme con lo que ofrece. Eso sería lo más fácil.

Sin embargo, al sustraerme de mis circunstancias en la medida de mi capacidad y guardar silencio, me encuentro con la Vida Real. Y me asusta su magnitud. Soy tan mínimo ante ella. Y las circunstancias que me rodean lucen también insignificantes.

Pero no le doy la espalda. Me entrego a ella. Quizá sea una ilusión mental pero definitivamente vale la pena abrazarla.

Prefiero esta imponente sensación que la Vida me produce a la pobre dinámica seguridad/incertidumbre que las circunstancias me ofrecen. Estas son un camino sin salida; aquella un terreno arcano, casi insondable, que encierra mucho dentro de sí y no tiene límites al develarse.