viernes, 15 de marzo de 2024

8M: el sabor de la violencia.

Quedaron muy atrás aquellas marchas con significado. Las feministas degeneraron muy pronto en pura insensatez, claro, en pos de derechos, libertades y oportunidades. Ya les gustó darle juego a la irracionalidad. Hacia eso van encaminadas, tanteando la impunidad hasta normalizar la violencia que se supone que combaten.

 Ah, pero el despreciable es Abraham por capitalizar el incidente. Que sí, aprovechará el reflector lo más posible, hasta que la empatía ya no derive en beneficios económicos y caiga en el olvido. Lo suyo es mundano, no infame.

 Sí, "lloren machitos" pero este #8M las propias feministas le cedieron el reflector a un hombre y lo encumbraron como héroe. Este 8M las propias mujeres se desplazaron a sí mismas a un segundo plano y ya no saben sobresalir con algo que no sea un desplante.

domingo, 3 de diciembre de 2023

"Cómo ser un estoico" de Massimo Pigliucci.


Estoicismo ligero y ameno, que no aborda dificultades complejas. Recomendable como libro introductorio al estoicismo, con anécdotas del autor que no son infortunios como tales sino reveses menores. El último capítulo, 'Ejercicios Espirituales Prácticos' vendría siendo el más sustancioso.

El título es algo engañoso. Nadie se va a convertir en estoico por su mera lectura o seguir sus pautas. Más bien ofrece una idea general de lo que los estoicos predicaban y cómo intentaban conducirse.

Hay que tomar con pinzas a todos los autores del estoicismo actuales. En tiempos recientes el estoicismo se ha explotado mucho por autores que tienden al postureo y al negocio (el "estoico" Ryan Holiday hasta vende medallitas con frases estoicas). Lo usan más como plataforma para ensalzarse a sí mismos que para fomentar una actitud firme en eventos adversos.

En lo tocante al cultivo de la fortaleza interior en medio de circunstancias desfavorables, siempre será más acertado "El hombre en busca de sentido", de Viktor Frankl.

lunes, 17 de octubre de 2022

Halloween Ends (2022).

Pues resultó un enorme macguffin. ¿Y qué es un macguffin? Básicamente es un distractor que los guionistas introducen para llenar huecos en la historia. Un macguffin genera una serie de misterios inútiles que nunca terminan por resolverse, su tentativa de explicación obliga a vericuetos rebuscados, quedan siempre en incógnita y parecen más profundos de lo que en realidad son. Muchos intentarán venderte este recurso como "historia secundaria" pero sólo son piezas sueltas.

¿Alguien recuerda la serie "Lost"? Era un festival de macguffins que se fueron acumulando con cada temporada. Cuando la serie terminó los espectadores se dedicaron a tratar de unir hilos donde nunca los hubo. Es una trampa que te deja desconcertado y detona tu necesidad de hallar patrones (o sea, es una forma de tenerte como p*ndejo haciendo bolitas en tu mente) creando un culto artificial en torno a la película o serie que acabas de ver.

La primera mitad de Halloween Ends es un macguffin espectacular con muy buenas escenas: muertes propias del género. Michael Myers pierde el halo de poder desarrollado en las dos películas anteriores y tanto él como Laurie Strode pasan un poco a segundo plano en pos del distractor, excepto en la última parte, donde ambos personajes son reivindicados.

A esta saga le hubieran bastado dos películas y la segunda es la más delirante, por ende la mejor.

sábado, 1 de mayo de 2021

Tienes Facebook e Instagram... pero no te han avisado.


Lamento que las últimas (y escasas) entradas de este blog hayan adquirido un tono áspero, de denuncia. En la vida ocurren cosas ajenas a nuestros deseos pero no está de más señalarlas para así advertir a otros.

Desde el año pasado he estado recibiendo notificaciones de Facebook a mi segunda cuenta de correo. Pasa que jamás abrí un perfil con esa cuenta. Sin embargo, el sistema de Facebook lo activó sin mi consentimiento. Algún tipo (no tengo idea quién haya sido y jamás lo sabré) tuvo la ocurrencia de abrirse un perfil en FB usando mi correo electrónico (no mi cuenta sino la pura dirección). No creo que esto cuente como usurpación de identidad, ya que no usa mi nombre, pero sí está usurpando mi correo, y lo increíble es que Facebook lo permite. Para que se entienda, un ejemplo:

· Quiero abrir un perfil en FB, pero soy demasiado desidioso y decido hacerlo con una dirección de correo que no es mía. La ingreso de todos modos. Listo, tengo perfil.

· Un día tú entras a tu cuenta de correo secundaria (esa que revisas muy de vez en vez) y te encuentras con un montón de correos de Facebook que dicen "Juan Galletas, tienes dos nuevas notificaciones". Son del perfil que yo hice.

· Creerás que esos correos son phishing, pero no. Realmente provienen de Facebook. Obviamente yo jamás recibo esas notificaciones pues no tengo acceso a tu e-mail, pero qué tal me sirvo de tu dirección para usar FB.

La solución es en apariencia simple. Acceder a ese perfil solicitando el cambio de contraseña. Luego, desactivarla. El problema es que una vez desactivada, el impostor solicitará la reactivación, reiniciando el ciclo de spam. La solución quizá definitiva es eliminar esa cuenta. Facebook da un plazo de un mes, que una vez transcurrido, la elimina definitivamente. Pero qué garantía hay de que el impostor no volverá a ingresar nuestro e-mail para hacer un nuevo perfil. Aquí, creo que uno se ve obligado a tomar control del perfil apócrifo y conservarlo en desuso, desactivando todas las notificaciones de correo. Eso además nos da el plus de castigar al impostor arrebatándole el acceso, por tener el cinismo de ingresar datos ajenos. Me pasó exactamente lo mismo con Instagram. El asunto es que cualquier idiota puede abrir un perfil con tu dirección de correo, y siguiendo el proceso descrito arriba, terminarás siendo el poseedor involuntario de un perfil ilegítimo.

Una razón más para aborrecer las redes sociales porque los responsables directos son quienes gestionan su funcionamiento y permiten estos "huecos" que son aprovechados por entes anónimos.

viernes, 19 de marzo de 2021

Mexicanos podridos.

Cómo los nacos recurren a excusas victimistas para evadir responsabilidades y obtener beneficios. Aquí su mediocre rutina de manual que aplican a donde quiera que vayan, durante toda su vida.

1. Se apropian de servicios y se benefician de ellos sin importarles que deben pagarse. Como mueven el interruptor y se prende la luz, creen que la luz es gratis. Como giran la llave y sale agua, creen que esta es gratis. Creen que nadie paga estos servicios, que emergen mágicamente como un mundo fantástico que les provee de sobra para sus necesidades.

2. Cuando el que paga esos servicios exige la justa retribución, los nacos recurren al victimismo apelando a cuestiones económicas o de salud. Ejemplos, "es que ahorita no tengo dinero/es que allá donde estábamos antes no pagábamos tal servicio o pagábamos menos". "Es que estoy enfermo/es que tengo un familiar enfermo". 

Según su lógica, tales condiciones significan la condonación de pagos que en realidad están obligados a hacer, mientras cómodamente siguen consumiendo recursos cual vividores. 

Bajo este esquema, toda esta miserable fauna se pone a exigir derechos sin aportar y ni siquiera agradecer a quien se los proporciona. Así sobrevive la nacada y por eso México está atado al tercermundismo desde la interacción social más básica. Quien aún crea que "los ciudadanos decentes seguimos siendo más" no está haciendo pie en el mundo real. Los parásitos aumentan y los vemos en todos lados. Y por eso deben ser expuestos.

"Hay dos tipos de personas: las que creen en hacer lo mejor para todos incluso a costa de su sacrificio personal, y las que ven cualquier inconveniente como inaceptable sin importar qué".