viernes, 15 de marzo de 2024

8M: el sabor de la violencia.

Quedaron muy atrás aquellas marchas con significado. Las feministas degeneraron muy pronto en pura insensatez, claro, en pos de derechos, libertades y oportunidades. Ya les gustó darle juego a la irracionalidad. Hacia eso van encaminadas, tanteando la impunidad hasta normalizar la violencia que se supone que combaten.

 Ah, pero el despreciable es Abraham por capitalizar el incidente. Que sí, aprovechará el reflector lo más posible, hasta que la empatía ya no derive en beneficios económicos y caiga en el olvido. Lo suyo es mundano, no infame.

 Sí, "lloren machitos" pero este #8M las propias feministas le cedieron el reflector a un hombre y lo encumbraron como héroe. Este 8M las propias mujeres se desplazaron a sí mismas a un segundo plano y ya no saben sobresalir con algo que no sea un desplante.

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