martes, 8 de junio de 2010

Cienciología: cómo mejoró mi vida.

Una mañana mi padre me levantó de la cama y me preguntó dónde había dejado las llaves de su auto. Le dije que no sabía pues yo no las había tomado. Me hizo buscarlas en cada rincón de la casa. No las encontré. Finalmente me sentó a la mesa.

"¡Veme a los ojos, confróntame! -me decía- y dime dónde dejaste mis llaves".
"¡Respuesta relámpago, 1, 2, 3! ¿Dónde están mis llaves?"
"Te tiemblan las manos, estás en angustia. Estás ocultando algo".

A una hora de interrogatorio mi madre intervino y le dijo a mi padre que quizás él mismo las había dejado dentro del auto.

-No seas p****ja- le respondió.

El interrogatorio se prolongó otra hora más. Finalmente mi padre decidió dejarme en paz y fue a verificar si podrían estar las llaves dentro del auto. Mi madre estaba en lo correcto. Mi padre las había dejado ahí la noche anterior. Pero él, como Clear, no podía cometer un error así. Sin embargo tuvo que aceptar su lapsus.

Este fue mi primer encuentro con Cienciología según recuerdo. Tenía 5 años. Después de este siguieron otros, en forma de largos sermones cuando me encontraba "fuera de ética". Recuerdo otro "manejo de ética" a mi hermano, a raíz de una broma que hizo en la que actuó un poco amanerado. Mi padre lo golpeó como respuesta.

Yo considero la homofobia de mi padre como una herencia más de la Cienciología, ya que el mismo Hubbard tenía un hijo homosexual: Quentin Hubbard, quien apareció muerto dentro de su auto. Se dice que se suicidó. Otra versión es que fue asesinado. Tratándose de Cienciología y su Fair Game, ambas cosas son probables. Ron Hubbard consideraba a los homosexuales como pervertidos y físicamente muy enfermos; así los cataloga en el Libro 1 (Parte 2, Capítulo 4, La enfermedad psicosomática). En la Zona Libre se dice que pueden hacer que un homosexual deje de serlo o en su defecto este sea más feliz. No consideran la homosexualidad como enfermedad sino como aberración. Como sea, el elemento de discriminación sigue ahí.

Volviendo a la homofobia de mi padre, tener un hijo homosexual debe significar una gran deshonra para cualquier cienciólogo. Debido a lo retrógrada que resulta la Cienciología, digamos que es "comprensible" este tipo de discriminación. Lo que no entiendo es la violencia física contra mi hermano que, con 7 años, sólo hizo una broma inocente muy lejos de ser una manifestación de homosexualidad. Pero esto fue suficiente para que mi padre catalogara a mi hermano como "p***he maricón". Golpear y ofender a un indefenso niño de 7 años no me parece muy valeroso ni digno que digamos. Pero tal es la "ética" de la Cienciología. Recientemente los textos de Hubbard han sido calificados como radicales en Rusia. Un poco tarde pero al menos ya se comienza a señalar lo nociva que es Cienciología desde su base.

Con mi madre el abuso era más sutil y sistemático; minimizaba sus logros laborales y profesionales en comparación con los suyos. A esta anulación metódica de una persona le llaman invalidación. Otras veces no era tan sutil. Lo ví golpearla 2 veces. En La Ciencia de la Supervivencia Ron Hubbard escribió:

"El historiador puede fijar un punto en el que una sociedad empieza declinación más aguda en el instante en el que las mujeres empiezan a tomar parte, en igualdad con los hombres, en los asuntos políticos y administrativos; ya que esto significa que los hombres están en decadencia y las mujeres ya no son mujeres".

Para Ron Hubbard, la superación de la mujer era un indicador de la decadencia del hombre.

No referiré mas que estos poco específicos incidentes familiares. Creo que son suficientes para dar una idea de cómo Cienciología ha estado presente en mi vida. Pero estoy omitiendo muchos, muchos de estos incidentes. Aunque nunca experimenté carencias materiales en mi vida temprana y éramos vistos como la "familia feliz", en casa las cosas eran distintas. Era un tanto irónico escuchar a mi padre decir que la armonía debía reinar en casa a la vez que nos golpeaba. Y siempre debía imponer su verdad en base a los métodos aprendidos en Cienciología. Sin embargo no pretendo satanizarlo ni mucho menos; tenía sus buenos momentos y podía llegar a ser un tipazo. Él fue una víctima más de Cienciología, como lo fuimos mi madre, mi hermano y yo, víctimas indirectas pero no menos perjudicadas.

En 1996 asistí a un evento de Cienciología en el World Trade Center. Fue la exposición más bizarra a la que he asistido. A falta de conferencistas proyectaron en una gran pantalla un video sobre otra reunión en Estados Unidos, traducida al español. A pesar de esto no entendía mucho debido a la cantidad de neologismos inventados por Hubbard. Sin embargo cada vez que en aquél video aparecía un feliz cienciólogo anunciando sus ganancias, nosotros debíamos levantarnos y aplaudir, tal como hacía el auditorio del video. Cuando aquél espectáculo concluyó, un chico apareció de la nada y sin mayor explicación me ofreció firmar un contrato para unirme a la Sea Org, que acepté y firmé frente a él. ¿En qué consistía este contrato? En pertenecer a la Iglesia de Cienciología durante un billón de años.


Sí, fue una estupidez firmar ese absurdo contrato, pero quisiera vindicarme. A mis 17 años no tenía el carácter ni el discernimiento que tengo ahora. Aquél video duró cerca de 3 horas o más. 3 horas siendo bombardeado por aquella mierda a la que debía aplaudir sin saber por qué. No hubo un solo break en el que se nos permitiera despejar la mente o salir a comer algo, de tal modo que cuando ese Rondroide apareció yo me encontraba psicológicamente debilitado y firmé aquel contrato (carente de algún tipo de validez legal, por cierto) sin previo razonamiento. Pienso que el evento fue planeado así, con toda la intención de bombardear y saturar al auditorio con datos cienciológicos, una forma velada de lavado de cerebro.

Ni siquiera recuerdo el nombre de ese chico, pero era Clase IV. Quedamos en vernos en sus instalaciones en la calle de Durango, en la colonia Roma, donde afinaríamos los detalles de mi nueva vida en la Sea Org.

Al día siguiente se me quiso impresionar con las maravillas de la Sea Org, estuvieron alrededor de 6 horas tratando de convencerme anteponiendo a Hubbard como una verdadera autoridad en el área del pensamiento humano y a su Cienciología como lo único que podría sacarme del hoyo en el que estaba. A la mitad del tratamiento entró otra persona y engolando la voz me decía que enrolarme en la Sea Org sería lo mejor que yo podría hacer en mi vida. No me dejaron salir de las instalaciones en ese tiempo, como tampoco levantarme, ir al baño, salir a comer algo o hacer una llamada.

La cosa terminó cuando dije tajantemente "no, no quiero enrolarme". Se miraron mutuamente denotando sorpresa, ya que después de 6 horas de coerción psicológica no fueron capaces de someter mi voluntad. Quizás se habrán molestado al verse ellos, omnipotentes cienciólogos, burlados por un ignorante chico de 17 años, que les demostró la inefectividad de su coerción y que además los hizo perder su tiempo. Creyeron estar logrando algo y lo único que obtuvieron fue despabilarme y hacer valer mi libre albedrío. Nos acercamos a la salida, nos despedimos "amablemente", el chico retiró el candado y me permitió salir. Ese fue mi último encuentro con la Cienciología oficial.

Ahora entiendo que estuve virtualmente secuestrado y fui sometido a coerción psicológica (o en este caso, cienciológica), similar a la que aplicaba mi padre conmigo cuando yo era niño. Si eso fue sólo de inicio, no me quiero imaginar la coerción cienciológica a la que habría sido sometido si me hubiera enrolado en la Sea Org. Afortunadamente algo dentro de mí reaccionó y se sobrepuso a ese sometimiento.

Los cienciólogos parecen sentirse dioses. No tienen ninguna idea de lo que una persona siente y no les interesa; creen que es fácil abandonar y dejar de lado toda una vida, seres queridos, amigos, etc. Todo por la ideología de Hubbard.

Nota: Todos los comentarios pro-cienciología o que enlacen a alguna página de dicha secta serán eliminados.

5 comentarios:

  1. y ademas de todo esto salió Campo de batalla la Tierra, una peli infame.

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  2. Sí, era infame. Pero todo un suceso para los cienciólogos.

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  3. Daniel, tu padre era un gilipollas que no sabía ni donde estaba el norte ni el sur y tú una simple victima de él...Podría contestarte muchas más cosas pero preferirías no escucharlas

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  4. Gracias Musala. Yo también pude haber revelado más cosas pero habría sido injusto. Además no pretendo victimizarme, sólo dar cuenta de la influencia que esta ideología ha tenido en mi vida. Y su influencia ha sido mala.

    Ah, y eres libre de opinar lo que tú quieras. La nota al final del post va sólo para los cienciólogos que pretendan "aclarar malentendidos".

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  5. la causa de tantas guerras viene simplemente de las ideologias nocivas.. la verdad no creo en nada pero eso no significa de deba someterme a cualquier religion que secuestre el pensamiento.. feliz dia! :D

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