domingo, 14 de julio de 2019

Spider-Man: Far From Home.

Spider-Man: Far From Home se aleja del tono apocalíptico de Infinity War y Endgame para ser una típica de aventuras adolescentes. Como si después de los eventos de Endgame el mundo se hubiera vuelto medio simplón. Así que la película alterna entre chistes para niños y escenas de puro cgi. Recuerda un poco a Iron Man 3: personaje antagonista resulta ser mera fachada de un grupo de resentidos que quieren venganza. Mysterio es solo un montaje.

Tom Holland, que interpreta a Spider Man, tiene carisma pero es poco expresivo. Siempre reacciona con cara de espantado o sorprendido ante todas las situaciones (eso choca un poco porque, después de haber enfrentado a Thanos en otro planeta, a Peter deberían importarle un comino los percances más mundanos y terrestres). Este actor me causó decepción desde Endgame, al arruinar la escena más importante: la muerte de Tony Stark. Ahí pretende hacer como que llora, pero es incómodo de ver. De hecho toda la escena es totalmente anti climática y no conmueve en absoluto. Se tenía qué decir y se dijo.

No todo son efectos por ordenador pero parece que la gente ya se conforma con eso. Días antes de ver FFH vi Spiderman 3 de Sam Raimi en tele abierta. Basta ver esa mala película para notar que La Ruta Del Héroe está presente con mucho más fuerza en aquella trilogía que en esta nueva saga. Tanto Homecoming como Far From Home no han pasado de peripecias que casi ridiculizan al personaje en vez de darle profundidad.

Este nuevo Spiderman es unidimensional y para compensarlo le han añadido algo que lo distorsiona para mal: hereda la tecnología y recursos de Tony Stark. Así, tiene más de geek que de super héroe, es más gadget que humano. Un pequeño Gary Stu, un niño mimado que se ha ahorrado gran parte del camino y hasta se permite evadir su responsabilidad como sucesor de los Avengers. Interesa más cómo será su nuevo traje o la IA que lo asesore, que su desarrollo como héroe. La expectativa es puesta en lo accesorio, no en lo esencial.

De los personajes secundarios no hay mucho qué decir. Sólo están ahí para secundar a Spiderman con alguna tontería o ser salvados por él. Algunos han equiparado a estos personajes con The Breakfast Club. La comparación está fuera de lugar porque son completamente opuestos. Los chicos del Breakfast Club enfrentan juntos a un tirano, superan sus diferencias, se sinceran, se quiebran y finalmente conforman una hermandad. Decir que los personajes de Far From Home son similares es adjudicarles cualidades que están a años luz de poseer.

Ya que Spiderman es engañado con diversas ilusiones, la moraleja es: no creas todo lo que ves. Bien puede aplicarse a la propia película. No asumas que por formar parte del UCM, Far From Home es automáticamente una excelente película. El título se antoja hasta metafórico porque Spiderman se halla muy, muy lejos de su origen y los elementos que le añadían sustancia.

Pero entretiene, eso es innegable.

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